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Recordamos que los ciudadanos, los pacientes son la razón de ser del sistema sanitario y, por tanto, “da pudor lo vivido ayer en el Congreso de los Diputados”, con el rechazo de la aprobación de la Agencia Estatal de Salud Pública y se pregunta, “cómo se pueden abordar los retos de nuestro sistema sanitario y la salud de la ciudadanía, cuando el “debate” político olvida a los más vulnerables”.
El Congreso de los Diputados tumbó este jueves el proyecto de Ley de creación de la Agencia Estatal de Salud Pública (AESP) y modificación de la Ley 33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública, ya que el PP, Vox y Junts se aliaron y votaron en contra, pese a que los populares se mostraron favorables a su creación en la Comisión de Sanidad de la Cámara Baja.
Manifestamos que esta no aprobación de la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública simboliza: una nueva muestra de que la ciudadanía, especialmente los pacientes, seguimos siendo los grandes olvidados del sistema.
Reclamamos, por tanto, la participación efectiva, la conciencia de servicio público, mientras se diluye entre estrategias partidistas, cálculos políticos y una falta alarmante de visión de país.
Llevamos tiempo pidiendo esta Agencia como un paso firme hacia la transformación real del Sistema Nacional de Salud (SNS), porque no se trata de una cuestión técnica, ni burocrática se trata de cuidados, de protección, de anticipación ante futuras crisis sanitarias, y de poner en el centro a las personas, especialmente a quienes más lo necesitan, comenta la entidad.
Recordamos que durante la pandemia se aprendió, a base de dolor, pérdida y fragilidad, que un sistema sanitario fuerte necesita planificación, estructuras ágiles y, sobre todo, escucha activa. Se produjeron informes, se recogieron datos, se identificaron errores. Todo ello debería haberse traducido en acción política responsable. Pero ayer vimos justo lo contrario: una oportunidad histórica desperdiciada,.
Por eso consideramos que el mensaje que nos llega desde el Parlamento es demoledor: los ciudadanos no somos una prioridad. La participación, tan enarbolada en los discursos, se queda en un eslogan vacío cuando se trata de decisiones concretas.
Por tanto reclamamos la participación de las organizaciones de pacientes al ser un actor clave para construir un sistema sanitario más humano, más justo, más eficaz. Pero para que eso ocurra, necesitamos una estructura que lo permita, que lo garantice, y que esté libre de los vaivenes partidistas.
Por todo esto creemos que no podemos permitir que la salud pública siga siendo rehén de la polarización. La salud no puede esperar, y los pacientes tampoco. Es momento de recuperar la conciencia de servicio, de colocar los valores en el centro, y de recordar, con hechos, no con palabras, que el sistema sanitario existe para protegernos a todos, pero especialmente a los más vulnerables.