La POP cuenta con varios programas de educación en salud y digitalización dirigido a personal profesional de organizaciones de pacientes, pacientes y responsables públicos en colaboración de instituciones sanitarias.
Las asociaciones de pacientes juegan un papel clave en la representación y defensa de los derechos de las personas con enfermedades crónicas o síntomas cronificados y sus familiares y cuidadores, en la identificación de sus necesidades, la prestación de servicios de rehabilitación, el desarrollo de terapias, el acompañamiento, la sensibilización y difusión de información o el asesoramiento. Son un agente fundamental en el ecosistema sanitario y social para el impulso de cambios que mejoren la calidad de vida de las personas que conviven con una enfermedad.
Para realizar esta labor, y más si cabe, teniendo en cuenta el momento de transformación y profundo cambio que está experimentando el ámbito de la salud, es preciso contar con conocimientos actualizados en diversas áreas que refuercen las capacidades de los profesionales.
Ante esta vulnerabilidad a la que está expuesta el colectivo de pacientes crónicos, la educación sanitaria de las personas que viven con una enfermedad crónica es una estrategia de prevención secundaria fundamental para hacer frente a esta realidad.
Acercar la realidad de las personas con necesidades crónicas de salud a los evaluadores de la Dirección General es fundamental para que puedan tener un mejor conocimiento de las necesidades biopsicosociales y del impacto sociosanitario de las enfermedades crónicas de salud de nuestros colectivos.