Incidencia política
La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) se suma al resto de sociedades científicas y colectivos de salud pública y considera “urgente” la puesta en marcha del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo del Ministerio de Sanidad 2024-2027 para poner solución al “grave” problema del tabaquismo.
Así lo ha manifestado la presidenta de la POP, Carina Escobar, quien ha remarcado que “la prevención del consumo de tabaco es esencial para salvaguardar la salud pública, ya que el tabaquismo no sólo constituye una grave amenaza para la salud general de la población, sino que también agrava los síntomas y deteriora la calidad de vida de las personas con necesidades crónicas de salud”.
El tabaquismo causa más de 8 millones de muertes al año en todo el mundo. Más de 7 millones se deben al consumo directo y alrededor de 1,3 millones son consecuencia de la exposición de no fumadores al humo ajeno, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El nuevo Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, pretende, entre otras mejoras, que los jóvenes no empiecen a fumar, que aumente el número de exfumadores adultos y que haya más espacios libres de humo para prevenir el humo de segunda generación.
En este punto, desde la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, como defensores de los derechos de los y las pacientes crónicos, abogan por el consenso entre el Ministerio y las Consejerías de Sanidad “para lograr políticas y medidas efectivas para prevenir el consumo de tabaco, proteger a los pacientes más vulnerables y promover entornos libres de humo”, subrayó la presidenta de la POP.
Jóvenes y tabaco
El Ministerio de Sanidad afirma que unos 460 jóvenes al día se inician el hábito del tabaquismo. Por ello, es crucial desalentar el inicio del consumo de tabaco, especialmente entre las personas más jóvenes, prestando especial atención a las nuevas formas de consumo de nicotina (vapeadores, cigarrillos electrónicos, tabaco calentado, pipas de agua…), pues sirven de puerta de entrada al consumo de tabaco y la adicción posterior.
En este sentido, desde a POP apuntan que deben promoverse estrategias integrales que aborden tanto el tabaquismo tradicional como estas nuevas formas de consumo de nicotina. “Esto implica no sólo campañas de concienciación y educación pública, sino también políticas efectivas de control de tabaco que regulen la publicidad promuevan espacios libres de humo y aumenten los impuestos sobre los productos de tabaco”, explica Escobar.
Aumento gasto sanitario
Otro punto a tener en cuenta es el aumento de la carga sobre el sistema de salud del tabaquismo, contribuyendo significativamente al gasto sanitario español y poniendo en riesgo su sostenibilidad. “Reducir el consumo de tabaco no sólo disminuye la incidencia de enfermedades relacionadas con el tabaquismo, sino que también alivia la presión sobre los recursos humanos y financieros, permitiendo una asignación más eficiente de los fondos públicos hacia áreas prioritarias de la atención sanitaria”, afirmó la presidenta de la POP. Por tanto, la prevención del tabaquismo protege la salud de la población y contribuye a la sostenibilidad y eficacia del sistema sanitario público, mejorando los resultados en salud de la población general.
Por último, desde la POP creen que es crucial llevar a cabo actuaciones contundentes para reducir tanto el tabaquismo como las nuevas formas de consumo de tabaco, garantizando así mejores resultados en salud, un sistema sanitario más sostenible y, en consecuencia, un planeta más saludable.