Jornadas y congresos
- Creado por la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, se trata de un espacio de análisis de los principales ámbitos que preocupan a las personas con enfermedades crónicas
- La directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Pilar Aparicio, ha sido la encargada de inaugurar este evento junto a la presidenta de la POP, Carina Escobar
La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) ha subrayado, este jueves, el importante coste y las dificultades derivadas de la falta de atención sanitaria a las que se han enfrentado los pacientes crónicos durante 2020 como consecuencia de la COVID-19.
Esta es la conclusión principal que se extrae del informe 2020 del Observatorio de Atención al Paciente (OAP), un proyecto que pretende promover el conocimiento en torno a la situación actual de los pacientes en España y contribuir a generar un cambio efectivo en la gestión de la cronicidad.
“Este documento recoge datos cualitativos con respecto a las dificultades vividas por los pacientes crónicos durante la durísima crisis sanitaria, que comenzó en 2020. De él se extrae el gran coste que supone la ausencia de asistencia sanitaria durante la pandemia de la COVID-19, unas consecuencias que han afectado de lleno a la calidad de vida de las personas” ha explicado Carina Escobar, presidenta de la POP.
El acto de presentación de este informe, que se ha desarrollado en formato online, ha sido inaugurado por la directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Pilar Aparicio, y por la presidenta de la Plataforma. “Quiero agradecer a la POP, el esfuerzo en nombre de todos los pacientes crónicos por el trabajo hecho con este Observatorio que refleja la situación vivida. Durante este tiempo, hemos podido trabajar conjuntamente y elaborar políticas determinadas para mejorar la atención de los pacientes. Les tenemos muy presentes en nuestra estrategia de vacunación y, de cara a la post pandemia, nos esperan retos importantes para abordar juntos las diversas cuestiones reivindicadas y aquellas que tenemos que mejorar” ha declarado Aparicio.
Tras su intervención, la directora de la POP, María Gálvez ha sido la encargada de presentar las principales conclusiones del Observatorio, llevadas a un posterior debate de expertos de la mano de Javier Granda, vocal de la Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS).
En él, han intervenido diversos agentes del ámbito sanitario como: Paloma Casado, Subdirectora General de Humanización de la Asistencia, Bioética e Información y Atención al Paciente de la Comunidad de Madrid; María Llanos Cuenca, Directora General de Planificación, Eficiencia Tecnológica y Atención al Paciente Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana; José Soto, Presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA); Francisco José Sáez, Coordinador del Grupo de Trabajo en Gestión de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y Carina Escobar, Presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes.
El retraso en los diagnósticos ha sido el primer tema tratado en este encuentro. La evidente saturación de la Atención Primaria ha repercutido, tal y como se refleja en el OAP, directamente en la salud de aquellos pacientes para los cuales un diagnóstico precoz es clave para mejorar el pronóstico o el tratamiento de su enfermedad. Destacan datos como que 1 de cada 5 pacientes con cáncer no han sido diagnosticados o han sido diagnosticados tarde.
En este sentido, María Llanos ha explicado: “Lo primero que hay que hacer es facilitar ese primer acceso a la asistencia sanitaria que ha estado mermado y dotar a la Atención Primaria de más capacidad de resolución para así mejorar las interconsultas y ayudar a tener diagnósticos más rápidos”.
Por su parte, José Soto, desde la Atención Hospitalaria ha añadido: “el motor de nuestra mejora son los pacientes y los recursos. En la pandemia todos hemos vuelto la mirada a la COVID-19, dándole más relevancia que a otras cuestiones. Todos estos retos que ahora nos hemos encontrado existen desde hace tiempo, pero ahora son prioritarios y tenemos que resolvernos a gran velocidad”.
Sáez, como médico de Atención Primaria, ha declarado: “El retraso en el diagnóstico es exagerado. El problema de los recursos es muy serio, algo que no esperábamos y que demuestra una crisis enorme. Desgraciadamente, cuando pase la pandemia veremos los malos resultados, porque las enfermedades siguen ahí. El SNS en su conjunto está completamente orientado a la pandemia dejando de lado otros aspectos que tienen mucha mortandad”.
Otro de los problemas detectados por el Observatorio es la dificultad en la derivación de pacientes desde Atención Primaria a la hospitalaria, teniendo como consecuencia la paralización de diversas pruebas o tratamientos tanto farmacológicos, como rehabilitadores.
En este sentido Carina Escobar, como representante de pacientes ha explicado: “estamos realmente preocupados con la cantidad de gente que está dejando de ser diagnosticada y atendida. Veníamos con la preocupación ya antes de la pandemia y esto lo que hace es sumar años de espera a las personas que están sufriendo y, por tanto, exige una urgente reforma en el SNS”.
Por su parte, Paloma Casado ha declarado: “Nuestros profesionales están volcados en la priorización de los pacientes, pero para eso necesitamos ayuda de estos. Necesitamos su criterio de priorización y, para ello, estamos trabajando en la información y difusión a través de estrategias para que los pacientes sepan y comprendan qué les pasa. Tenemos que mitigar el miedo a ir al hospital porque esto impacta directamente en el diagnóstico como está siendo el caso evidente de los ictus o infartos”.
Durante el encuentro se ha desarrollado un debate en torno a la telemedicina, destacando datos como que el 27,5% de los pacientes atendidos ha sido a distancia y que el 45,5% lo han hecho de forma mixta.
En este sentido, Francisco José Sáez ha confirmado que “La Atención primaria ha cambiado por completo. Éramos muy accesibles y eso ha quebrado. Hacemos teleconsultas, pero con muchos defectos y el paciente lo que ve es la gran dificultad que tiene para acceder a su médico, lo cual aumenta sus dudas y desinformación”.
Por su parte, José Soto ha asegurado que: “No se puede dar la espalda al domicilio, sino que tiene que ser parte del SNS. Es un lugar de vigilancia y de intervención sanitaria, y por ello hemos organizado unidades de hospitalización a domicilio a través de seguimiento telemático. Creemos que no se puede perder esta oportunidad y hay mucho que se puede mejorar a través del uso del domicilio”.
Así mismo, y tal y como ha explicado María Gálvez, directora de la POP, con este informe se han identificado grandes dificultades para que los pacientes pudieran disponer de su tratamiento farmacológico tanto en la farmacia comunitaria como en el hospital, así lo ha declarado el 25% de los pacientes encuestados.
“Se ha precisado de una adaptación del modelo establecido por otro que garantizase el acceso y la continuidad de los medicamentos a través de iniciativas como el envío de medicación a domicilio por parte de los hospitales de la red pública y la posibilidad de entrega informada de medicación por parte de oficinas de farmacia en el domicilio de los pacientes”, ha explicado Gálvez.
El desarrollo de este nuevo sistema de dispensación domiciliaria, que ha permitido garantizar la cobertura terapéutica y asistencial de los pacientes en las diferentes Comunidades Autónomas, es una de las medidas solicitadas por la POP desde el inicio de la pandemia.
“En la Comunidad Valenciana se está trabajando en establecer la continuidad de estas medidas para evitar los desplazamientos de los pacientes. También se trabaja con la prorrogación de tratamientos y renovación de estos. Lo que se está haciendo es un trabajo proactivo por parte de cada profesional, quien dispone de la relación de pacientes con tratamiento próximo a vencer para contactar con ellos y agilizar el proceso” ha explicado María Llanos.
PROPUESTAS A FUTURO
La reactivación de la asistencia sanitaria, la coordinación entre profesionales y los diferentes niveles asistenciales, la distribución de información accesible, o el aumento de recursos del SNS y su reorganización son algunos de los retos para la gestión y atención a la cronicidad destacados por los ponentes.
Ante esto, y unido a las diversas dificultades del SNS evidenciadas en el OAP y expuestas durante el encuentro, la POP ha definido un decálogo de propuestas a futuro:
- Redefinir e implementar la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad.
- Potenciar las herramientas de diagnóstico.
- Garantizar la coordinación y cooperación asistencial.
- Implantar sistemas de información compartidos.
- Potenciar la atención domiciliaria.
- Incluir la rehabilitación como un servicio esencial en el tratamiento y continuum asistencial.
- Incorporar al paciente en la toma de decisiones.
- Garantizar la cooperación entre las Comunidades Autónomas.
- Mejorar y potenciar la telemedicina, ofreciendo una atención personalizada y que atienda a las necesidades de cada paciente.
- Integrar redes comunitarias. Acercar la prevención y el cuidado de salud a la comunidad, desde lo regional y hasta lo local.